Cuenta la leyenda que, cuando los altos ejecutivos de la EMI Chile, viajaron a Londres, a presentar el proyecto de “rock Chileno” del 94-95; con todos los discos que pretendían lanzar y gastar plata para una campaña de promoción, que solo se comparaba con la ola del “rock latino” de los años 80’s; una de las cabezas de la EMI, cuando escuchó el disco “Pesces” de Lucybell, dijo: “Con razón Radiohead vende tanto en Chile”.
Sin duda que aquella leyenda es cierta, viendo que una banda inglesa fuera una de las que mas vende en Latinoamérica desde su primer disco, sobretodo en Chile, dejando atrás a países con un mercado mucho mas grande que el chileno (Argentina y Mexico). No deja de sorprender, ni siquiera a los ejecutivos de la EMI.
Sin duda que aquella leyenda es cierta, viendo que una banda inglesa fuera una de las que mas vende en Latinoamérica desde su primer disco, sobretodo en Chile, dejando atrás a países con un mercado mucho mas grande que el chileno (Argentina y Mexico). No deja de sorprender, ni siquiera a los ejecutivos de la EMI.
Lo de Radiohead es un caso puntual, hasta cierto punto el primer ejemplo de relación musical “chileno-inglesa”, si se quiere llamar; ciertamente, mirando desde arriba, la clasificación de “Los Ingleses de Latinoamérica” nos sienta perfecto, si lo llevamos al lado musical, dejando en claro que las influencias musicales de la que se nutren los músicos nacionales, siempre cae en bandas del reino unido, partiendo por los Beatles o los Stones hasta llegar a Blur u Placebo.
Radiohead es el reflejo mental de los chilenos, o por lo menos, de las generaciones bajo democracia; la Alegría no llegó y se nos pasaron los años sentados en la cuneta esperando a que llegara, y por mientras, necesitábamos una banda sonora que acompañara esa desesperanza o melancolía para asumir que las cosas no serían como nos las habían dicho, y que la vida no iba a cambiar con la vuelta de la democracia. Mas allá del chaleco de Cobain o las camisas de franela de Vedder, necesitábamos una voz quejumbrosa y una guitarra que dijera lo que el alma no podía decir con palabras, ahí apareció “Creep”, para decirle a una generación de escolares y de preuniversitarios, que éramos bichos raros, un montón de perdedores mirando a la chica(o) que nunca nos iba a pescar porque éramos raros. Radiohead cayó como una bendición para este país, para su juventud, para las radios, especialmente para la Rock & Pop, que por esos días la llevaba en cuanto a música; el impacto fue fuerte, Radiohead era una banda inglesa que, a primeras luces era una banda mas del sonido “grunge” – mentira!- pero a nadie parecía importarle; “Pablo Honey” era un discazo para 1993, lo mejor después de “Nevermind”. Nadie que no fuera de los EE.UU. sonaba igual y no había mas bandas europeas que quisieran sonar “americanizadas”,( salvo Bush, que era un chiste, obviamente.)
Comenzamos a darle un significado mayor a Radiohead, en tiempos en que la Internet y la inmediatez no existía como hoy; la radio y la naciente televisión por cable permitía estar al tanto de las novedades musicales, Radiohead era la novedad del año para los regalones y había que aferrarse a ello de cualquier manera, para que no nos lo arrebataran como lo harían con Cobain un año después.
Claro, que como buen romance fulminante, muchos pasaron del amor al odio, y cuando salió “The bends” fue, para muchos, una traición. ¿dónde está el sonido “grunge” de “Pablo Honey”?, ¿Dónde está el “Creep” de éste disco?, muchos cayeron rendidos ante la pureza de “Fake Plastic trees”, otros no soportaron la honestidad de “Street spirit” y las rodillas comenzaron a sangrar en muestra de fervor religioso ante un disco que, sin que sea dicho, superó a “Pablo Honey” y se convertiría, de manera subterránea, en el disco debut de la banda, dejando a Pablo Honey, como un demo o, como dijeron los mas exaltados, “un caballo de Troya” que usó al grunge para hacerse conocido y que, con The bends, dejarse ver como realmente eran.
Conocida es la historia que habla de la reticencia de la banda a que “High & dry” fuera usado como single en EE.UU. y que por ese motivo, en su gira norteamericana se negaran a tocarla en sus shows; los cuales, dejaban con la boca abierta a quien fuera testigo. La intensidad y entrega de la banda en sus shows era algo, que se contraponía a la pulcritud y sencillez de sus discos.
Chile había acogido a Radiohead como LA banda generacional; claro, lo clasista de este país da para todo, y decir que escuchabas a Radiohead desde Pablo Honey te daba estatus, había otros que por llegar a High & Dry eran mirados en menos. Pero este es un país que será siempre clasista, cultura sudaca no mas. (ese es otro tema).
Radiohead es el reflejo mental de los chilenos, o por lo menos, de las generaciones bajo democracia; la Alegría no llegó y se nos pasaron los años sentados en la cuneta esperando a que llegara, y por mientras, necesitábamos una banda sonora que acompañara esa desesperanza o melancolía para asumir que las cosas no serían como nos las habían dicho, y que la vida no iba a cambiar con la vuelta de la democracia. Mas allá del chaleco de Cobain o las camisas de franela de Vedder, necesitábamos una voz quejumbrosa y una guitarra que dijera lo que el alma no podía decir con palabras, ahí apareció “Creep”, para decirle a una generación de escolares y de preuniversitarios, que éramos bichos raros, un montón de perdedores mirando a la chica(o) que nunca nos iba a pescar porque éramos raros. Radiohead cayó como una bendición para este país, para su juventud, para las radios, especialmente para la Rock & Pop, que por esos días la llevaba en cuanto a música; el impacto fue fuerte, Radiohead era una banda inglesa que, a primeras luces era una banda mas del sonido “grunge” – mentira!- pero a nadie parecía importarle; “Pablo Honey” era un discazo para 1993, lo mejor después de “Nevermind”. Nadie que no fuera de los EE.UU. sonaba igual y no había mas bandas europeas que quisieran sonar “americanizadas”,( salvo Bush, que era un chiste, obviamente.)
Comenzamos a darle un significado mayor a Radiohead, en tiempos en que la Internet y la inmediatez no existía como hoy; la radio y la naciente televisión por cable permitía estar al tanto de las novedades musicales, Radiohead era la novedad del año para los regalones y había que aferrarse a ello de cualquier manera, para que no nos lo arrebataran como lo harían con Cobain un año después.
Claro, que como buen romance fulminante, muchos pasaron del amor al odio, y cuando salió “The bends” fue, para muchos, una traición. ¿dónde está el sonido “grunge” de “Pablo Honey”?, ¿Dónde está el “Creep” de éste disco?, muchos cayeron rendidos ante la pureza de “Fake Plastic trees”, otros no soportaron la honestidad de “Street spirit” y las rodillas comenzaron a sangrar en muestra de fervor religioso ante un disco que, sin que sea dicho, superó a “Pablo Honey” y se convertiría, de manera subterránea, en el disco debut de la banda, dejando a Pablo Honey, como un demo o, como dijeron los mas exaltados, “un caballo de Troya” que usó al grunge para hacerse conocido y que, con The bends, dejarse ver como realmente eran.
Conocida es la historia que habla de la reticencia de la banda a que “High & dry” fuera usado como single en EE.UU. y que por ese motivo, en su gira norteamericana se negaran a tocarla en sus shows; los cuales, dejaban con la boca abierta a quien fuera testigo. La intensidad y entrega de la banda en sus shows era algo, que se contraponía a la pulcritud y sencillez de sus discos.
Chile había acogido a Radiohead como LA banda generacional; claro, lo clasista de este país da para todo, y decir que escuchabas a Radiohead desde Pablo Honey te daba estatus, había otros que por llegar a High & Dry eran mirados en menos. Pero este es un país que será siempre clasista, cultura sudaca no mas. (ese es otro tema).
continuará...
