viernes, abril 17, 2009

ME GUSTAN LAS CANCIONES TRISTES!!!


Miro el gris escritorio de mi oficina, alzo la vista al techo con pintura corroída por la humedad, muevo mi cabeza y me encuentro con la ventana, por la cual entra un rayo de sol inmenso. Es otoño. Por lo menos eso dicen, pero los 28 grados promedio y los días soleados hacen que se olvide. Vuelvo a mirar mi oficina de color gris, deprimente y pienso que por mucho sol que haya, no puede evitar que las hojas comiencen a secarse y caer de los árboles, dejando en evidencia lo inevitable: es otoño.
Y con la venida del otoño, pienso en esos momentos que la temporada comienza ofrecer para mi corazón y mi alma; los momentos de retrospección, caminando por Parque Forestal cuando el sol (debería) se pierde entre las nubes acaparadoras de luz, siendo testigo de lo que pase en mi vida.
Como banda sonora de esos momentos citadinos, como también de los momentos en la calidez de mi hogar, me encuentro frente a mis discos y comienza el desfile de cd’s en la bandeja del reproductor; eligiendo discos, buscando pistas en particular. Y ahí están, los temas melancólicos, tristes, oscuros, aletargantes, dolorosos, reconfortantes, que, muy por el contrario, hacen que mi alma despierte.
Casualmente hoy viernes (cuando escribo esto) pasé por las radios y me topé con “Disarm” (The Smashing Pumpkins-Siamese dream-1993) y volví a la realidad de mi triste y patética oficina. Pero comencé a recordar que esas canciones sacan lo mejor de mi, y a muchos de nosotros nos reconfortan por momentos cuando las oímos; las canciones tristes, esas que hacen valorar mas la música.
Pasando por las bandas renombradas y otras derechamente desconocidas, seria feliz programando música por todo el otoño y la temporada gris pasaría y quedarían muchas canciones sin ser escuchadas.
Black de Pearl Jam marcó una etapa fundamental en mi vida, Nick cave y “Into My Arms” me hace recordar a ese esquivo amor que no quiere amarme; Pink Floyd y “Comfortable numb” y su guitarra acústica que va despacio por toda la canción me adormece y me lleva a otro estado; “Fake Empire” de The National, es emotiva, PJ Harvey y “Is This Desire?” atormenta. La obviedad con que podría caer en Radiohead no es gratuita, “Exit Music(for a film)” deja en estado de coma; Portishead es para finalmente caer rendido.
Nirvana y “Something in the way” desgarra la garganta, Joy Division desgarra el alma.
Podría seguir y seguir, y los temas no pararían y cada uno que lea esto podría pensar en muchos temas mas, de esos que le causen algo en lo mas secreto de su alma, porque las canciones tristes, a lo contrario de lo que el común de la gente cree, no hacen mal; hacen bien, nos dan esos minutos de duración para exprimir la pena, el dolor, la melancolía y dejarla vivir, hacer que nos haga sentir vivos, que nos recuerde que hemos sobrevivido a momentos peores gracias a estas canciones, a estas visiones conmovedoras que, ya sea por una nota, un tono, un acorde miserable nos han salvado la vida. A mi, mas de un par de veces.