Ya!, ganó Bachelor Party, era sorpresa? Objetivamente, No. Un
amigo me dijo tiempo atrás, “tranquilo, si la gordis tiene que puro llegar a
sentarse no mas a La Moneda”. Razón en parte tiene. Es carrera ganada para
Bachelet. En teoría.
Pero veamos un poco mas abajo, si me paro frente a un
bacheletista y le digo que no voto por ella, me dice “estas haciéndole el juego
a la derecha”. Si me paro frente a un
admirador de Longueira y le digo que no votaré por Longueira, me dirá “comunista
comeguaguas, condenas al país”. ¿son acaso esas dos las únicas alternativas que
tengo frente a la urna? De qué sirve
entonces tener a un puñado de “independientes” esperando noviembre? Se habla de
un país tolerante, de un país serio, pero a la vez ese discurso trae
polarización; término manoseado, que ya se veía en desuso, porque por si no habían
cachado, el golpe fue hace 40 años, el retorno a la democracia con su
transición empezó hace un poco mas de 20 y aun seguimos enfrentados en veradas
contrarias entre el sí y el no, y no se ve un avance.
También conversaba con un par de amigos, gente muy
inteligente, jóvenes profesionales, familia bien constituida, etc. Y viendo el
actual escenario político, les preguntaba hasta cuando el voto “de rechazo”
puede seguir siendo llamado “de rechazo”, cuando van 2 elecciones reñidas, una
alta abstención, y un considerable porcentaje de votos nulos y blancos. Más recientemente
tenemos el caso de las primarias donde los especialistas, esa gente que ha sido
tocada con la varita de la sabiduría pupolar y sabe a ciencia cierta cómo y por
qué la gente hace lo que hace para que ellos puedan pronosticar nuestros movimientos
y decisiones; pues en el adelanto a las primarias decían que solo un millón y
medio en el mejor de los casos votaría porque este, básicamente este es un país
de flojos que no se levantan ni para votar ni para hacerse a la mar antes de
comer chapalele.
Ahí entonces, reciben
un golpe en las gónadas de 3 millones de personas que fueron a votar; un
descalabro en los cálculos de todos estos genios. La excusa: es que el voto voluntario
es una lotería y no se puede pronosticar que de un universo de 13 millones de
personas que pueden y deben votar, solo voten 3 millones. Dónde están esos otros 10 millones? En la
casa durmiendo, sentados frente al computador, mirando tele, haciendo un asado
o pegándole a la señora. Cosas que hace la gente en los domingos o días de
elecciones.
Pues bien, son primarias de un grupo de gente, de derecha e
izquierda (realmente son izquierda?) bueno, “oposición” suena mejor. Entonces,
juguemos a que ese 80% de “potenciales votantes” no se sintió representado por
estos candidatos, más allá de lo evidente, del no votar; no está demás pensar
que ese universo flotante de votos pueden o no dejar una escoba más o menos:
claro, anoche después de los triunfos de Bachelet y Longueira, ambos bandos se declaran ganadores y cuentan
con esos votos porque “ellos representan” el cambio y lo que Chile realmente
necesita. ¿Es tan así?; puede un grupo llamados “la Nueva Mayoría” apropiarse
de ese concepto de mayoría, cuando con ese número de votos sumados entre los 4
dan 2.137.423; es acaso que de ser electa en noviembre Bachelor party puede
asegurar ser la representante de la mayoría de un país? A Allende lo sacaron de
palacio a punta de cañonazos con una aprobación cercana al 30% y su elección no
estuvo lejos de polémica y el padrón electoral era menor. Por derecho
a pataleo corresponde reclamar la legitimidad de una autoridad cuando la regla
dice que mitad mas 1 es mayoría y gana; pero en la última elección votaron poco
mas de 5 millones de chilenos y ahora somos 13 con derecho a sufragio. Qué pasa
si esos votos volantes no votan por las 2 opciones principales?
El reclamo de quienes están en contra de Bahclet y su gestión
no son pocos, pero tendrán la fuerza pa derrotar a esta avalancha que arrasa
con todo pronóstico llamados doña Michellet?
Camille Claudele tiene muchas ganas, buen discurso, pero poca tolerancia
al dialogo; Parisi, un lobo con piel de oveja o una oveja con piel de
lobo, de la pobladora ni siquiera da pa
ponerla; el ecologista, pucha, ya tuvimos a Tomas Hirsh y Sara Larraín pa hacer un pronóstico; ME-O,
bueno, es la esencia del voto rechazo, el que hablábamos antes de irnos para
cualquier lado, ese voto rechazo, tiene y debe cambiar de nombre, si bien, ME-O
no será presidente es una opción a la hora de marcar el voto, cosa que los
tradicionales no quieren ver y ningunean a quien haga sentir su voz y voto con
alguna de las opciones diferentes a los bloques que históricamente (y por históricamente
me refiero a los últimos 20 años, pa no entrar en polémicas con lo que fue
antes del golpe) han gobernado este país. Pues bien, el ninguneo de esos
bloques por sobre el resto de los “independientes” es algo común, porque, vaya
a saber uno cómo y por qué, alguien o
algo les dio el derecho divino de saber “hacer política” en este país,, sobre
todo los tontos útiles de la DC, partido que, más allá de reconocer su errores
y sus derrotas se concentra en destacar que aun no están muertos y que los de
la vereda del frente están peores que ellos, lo cual les sirve para demostrar que son una fuerza política
activa, según palabras de su delirante presidente en el programa Tolerancia 0
del domingo 30 de junio (chv). Ahora bien, qué es lo que los hace “aptos” para
dirigir al país? No lo sabemos, puede ser el hecho de haber estar ahí aprendiendo
en época de dictadura cómo se hacían las cosas, mal que mal, aprendieron
rapidito a hacer chanchuyos a media y baja escala del cual fuimos testigos;
pero según ellos, Nadie puede hacerlo mejor y darle el voto a un desconocido es prácticamente
entregar un cheque en blanco al caos, la destrucción, la anarquía, los zombies
y los comunistas, para que lo que tanto a costado construir hasta hoy bajo el
alero de la estructura política que nos dejó el “capitán general” Augusto
Pinochet, se vaya al piso y no salgamos nunca más de ahí y volvamos a importar
chancho chino.
Los que no votaron se ríen a carcajadas, los que votaron por
sus candidatos satélites, muerden la rabia y frustración de que el resto siga
eligiendo el mal menor; porque he ahí el problema de Chile: el mal menor. Cuando
salió Piñera, se entendió como que Chile había castigado a la Concertación por
mal gobierno, por no ver en 20 años muchas promesas no cumplidas, ese fue el “voto
castigo”, mas no rechazo. La derecha vio la oportunidad que jamás nunca habrían
tenido si la concerta hubiera hecho bien las cosas desde un principio y no
bien “en la medida de lo posible”; nos
mamamos un gobierno de derecha completo con un presidente que jamás ha actuado
como tal, hemos visto desmoronarse al país a costa de la derecha, y aquí estamos,
acá abajo, bajo el régimen más severo, impotentes porque nuestras patadas nunca
van alcanzar sus traseros. Y ¿que hace la concerta?, se soba las manos
sabiendo, a ciencia cierta que ahora les toca gobernar y que es carrera ganada,
no aprendiendo nada de las críticas hechas,
que perder un periodo de gobierno es necesario pa descansar mas no para
revitalizar un proyecto de país a medida
de los tiempos que corren y de las necesidades de la gente, que ya no basta con
el bono por crio o por frio o por la excusa que se les ocurra, que hay que, finalmente, reformar a gran escala, pero
ellos no ven eso, solo ven que se vienen 4 años de empoderamiento licito
apoyado por los votos. Al final por eso se vota en este país: el mal menor, el
evitar que salga el otro, no importando quien cresta vaya por el lado de aca,
siempre y cuando sirva para evitar que salga el contrario y nada mas. Para qué
vamos a elegir a alguien mejor o diferente, si con el elegir la mediocridad del
mal menor estamos bien…y mañana mejor.
El movimiento social, es una mentira, sí lo es. Claro se
pueden movilizar cien mil personas en las calles en una marcha, pueden reventar
las redes sociales en internet con mensajes, videos, fotos y lo que sea, pero
bien sabemos que la revolución no será televisada y que no será tangible de una
manera tan progre si no se vota. Si realmente los movimientos sociales fueran
una cosa grande, de la cual esta gente (los dirigentes sociales) habrían hecho
la mansa ni que tapa a las elecciones anulando el voto porque si bien, tu
candidato independiente no estaba en las listas, bien podían haber ido a votar
por el candidato menor o mas alternativo para que ése se mediera con el suyo en
noviembre y sacar a los políticos “mainstream” del camino. A ver cómo habrían explicado
ese desbarajuste hoy. Realmente es una incógnita
lo de noviembre, veremos mucha parafernalia en escena, cosas que no debería sorprendernos,
pero quien crea que votando por la concerta
para eliminar a la derecha y vuelve a enrielar al país lo hace bien, y
viceversa, pues que piense de nuevo. Lo que
pasa en el país no es culpa de los políticos, es culpa de la gente que elige a
esos políticos.
Si los que dicen que están chatos o critican la estupidez de
la gente por elegir a la Bachelor party, qué les impide ir a votar en
noviembre? La derecha nica sale de nuevo, eso está claro, decir que sale
Bachelet sin inconvenientes puede ser una realidad, pero de que se las va a llevar
peladas, es otra cosa. Ya comenzó el reparto de los votos de los candidatos
perdedores, pero ¿será suficiente para calmar los ánimos o demostrar que son
validos frente a quienes no votaron y que siguen siendo un porcentaje mayor al
que se reflejó el 30 de junio? ¿Podrá esa mayoría anónima demostrarlo en
noviembre? ¿Con que nos encontraremos de aquí en adelante en modo de campaña? Hay
precaución hoy entre los analistas, que el universo flotante de votos diera una
muestra el domingo significa algo, ahora bien, que ese algo mute en noviembre y
vote por Claude o Parisi seria algo que dejaría un descalabro generalizado,
pero ahí volvemos al voto castigo, y seria realmente un llamado de atención para
esos cómodos personajes que tienen la seguridad y la tranquilidad que las cosas
como están van super bien y que en noviembre solo hay que prender la tele pa
festejar el triunfo.
Ahora, las redes sociales están llenas de cucos, tanto de
derecha como de la concerta, pa no decir izquierda, y el miedo está ahí, campaña del terror le
llaman, pero seria muy divertido ver caer a los mainstrean, claro, soñar es
gratis, hasta ahora, pero veríamos qué tan madura es nuestra democracia, esa
que la historia ha hecho tambalear un par de veces y con un golpe de estado de por medio. ¿Qué dirían
nuestros próceres, como se retorcerían, los facepalm extremos serian cientos,
los Aguirre Cerda, los Balmacedas, los Ibañez del Campo, lo Alessandris, todos
unidos en un retorcijón extremo de ver como un país avanza o se va a la mierda
en cosa de horas, no en el sentido del caos y del horror, sino en el de mandar
todo lo aprendido por la borda, dejando que las pasiones a corto plazo superen
el bien mayor que es el de un país más justo o unido en pos del bien común para
que nos vaya bien a todos.
En noviembre, levantate y vota.