Comienza una serie de 31 capítulos (espero) donde se relatarán las vivencias de mi persona vendiendo seguros........la gracia está en que durá un mes y el final no está escrito.
disfruten..
La llegada y los nervios previos jugaron en contra; iba pensando con que me iba a encontrar en un lugar hostil, pero no fue así. Todas las comodidades están disponibles para un trabajador normal, pero yo no soy normal.
Las primeras horas del día fueron lentas y tuve que entregar volantes con información a la entrada, mientras llegaba mi “local de venta”; durante la espera vendí mi primer seguro y fue puro nervio, pero salí adelante. Luego llegó el “módulo”, que es más ñecla que casa de cartón del techo para Chile y quedó listo en un rincón y rato después vendí mi segundo seguro.
La fauna que desfila por aquí es amplia y rara, se nota en la mirada de la gente, que no quiere mayores preocupaciones y que quiere todo rápido y presiento que en los últimos días voy a colapsar.
He respondido de todo, todos quienes entrar desorientados (que son casi la mitad) preguntan cosas sobre la luz y yo los mando a hablar con los que saben. El tiempo ha pasado sospechosamente rápido y me siento cómodo.
La gente que trabaja aquí parece “buena”, hasta el momento no sospecho de nadie y como mi trato es superficial, parece que no habrá inconvenientes y mi alter ego podrá disfrutar durante su estadía aquí para luego relatar lo que pasó..
He recreado la vista, harta muchacha guapa, muchas acompañadas de idiotas ( por qué las chicas guapas andan con idiotas? No lo sé, pero es una constante)
14:30 y no pasa mucho en mi “local” y la calma se ve dulce y se desvanecerá como hielo al sol dentro de 2 semanas.
Los críos de los clientes son un “pain in the ass” y esto solamente confirma mi teoría sobre responsabilidad paternal, nadie se quiere hacer responsable, pero uno puede adaptarse, pero no aceptarlo.; lo bueno es que debiera disminuir. La gente llega de a ratos y con pura cara de malestar. Los de la fila me miran desconfiados, de reojo, igual me siento raro aún, supongo que no se me va a pasar mientras esté vestido de “celeste”…acaso me volví sin saberlo hincha del O’Higgins?...no lo creo, me habría enterado.
15:00 y no fui a almorzar, más que nadas por algo táctico, hay que ver cómo funciona la masa y hasta que tenga definido los comportamientos de la masa amorfa podré sentenciar mi estrategia.
16.:00.ha pasado una hora y ha pasado largamente, se hace eterna; puras preguntas sobre la luz, llegó una vieja con una cuenta rota entera y me preguntó “¿puedo pagar con esto?”…con ESTO? En qué mundo vive que aceptan boletas mordidas? Vieja loca!!!...le dije que preguntara para no tener que retarla por idiota.
Y la hora no avanza y parece que será la tónica del día: mañana rápida, tardes lentas. Quedan 81 minutos.
16:15 no pasa mucho la hora, supongo que en los próximos días no podré escribir esto por falta de tiempo y que solo tendremos resúmenes semanales, dependiendo de mi ánimo y las ganas de escribir. Puaj!
16:50 falta menos, pero los segundos pasan más lento, pasaron 20 minutos que no valieron la pena; siguen las consultas que no me corresponden pero que sigo escuchando para saber con qué me van a salir.
17:05 lento como comitiva de funeral han pasado los minutos y no pasa nada..ja.
ahora me quejo de que no tengo que hacer y después me voy a quejar de que no tiempo de tanto atender idiotas. Veo que comienzan los preparativos para bajar las cortinas del local; bajan una, la puerta espera.
17:30 se ha bajado la cortina de la puerta y quedó poca gente al interior; guardo mis cosas y doy por finalizado m primer día vendiendo seguros.
Puaj!!
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