sábado, agosto 25, 2007

PASOS CON MEMORIA

Un camino conocido, las calles son las mismas, pero se sienten extrañas, con una textura rara, como si fuera la primera vez que las aplano. Mi mente trata de recordar este lugar, tratando de encontrar la familiaridad y apareces tú, solo tú hace que este lugar me sea reconocible. Te apareces en mi mente de manera inesperada, pero predecible. Quería que estuvieras en mi mente, quería visualizarte mentalmente. Ahora que no estás aquí, siento un vacío, un especio al cual le grito y no encuentro respuesta. Solo escucho en mi cabeza el sonido de tu voz. Tu imagen perdura en mi mente mientras mis pasos son lentos para alargar más aun tu presencia.
No estás aquí conmigo físicamente, pero lo estás espiritualmente, ¿existe el espíritu? No lo se, pero siento tu presencia conmigo. Está aquí, no puedo tocar tus manos, pero vas conmigo dando los mismos pasos lentos, como si fuera un juego sincronizas tus pasos, derecho, izquierdo, junto a los míos. Reímos. Puedo llegar a percibir tu aroma, tu embriagador aroma, que hace olvidar el sector por el que voy.
Ya no te extraño, porque para extrañar debes estar distante, pero no lo estás. En este momento estas conmigo, al igual como la mayor parte del día. Estas conmigo, ¿estoy yo contigo? No lo se, lo único cierto es que ya no camino solo. Mis pasos se detienen. Tu imagen nunca fue tan nítida, mi mente se deja engañar.
Es lo mejor que me pudo pasar.
Este semáforo en rojo impide mi avance, y sigues a mi lado durante los 90 segundos que me quedan para estar parado en esta esquina en esta fría noche, que se parece tanto a la noche en que nos besamos por primera vez.

sábado, agosto 18, 2007

la Charla

Este texto es algo que escribí para el taller con motivo de un café literario, al que por motivos de fuerza mayor no pude asistir, así que se quedó guardado hasta que tuviera su oportunidad de ser leído en público. Cuando eso pase les aviso, pero por ahora lo dejo posteado aquí para que lo lean y me den sus opiniones.
Me han dicho que es un buen texto, sea usted el juez y aplique sentencia.

Los dejo con un texto del taller literario al que no puedo asistir por motivos laborales.


LA CHARLA

El café se enfriaba lentamente, tan lento como el humo azul que el cigarro dejaba partir a su voluntad hacia el techo del bohemio local en que me encontraba. A mi alrededor un par de mesas vacías, otras con unas parejas que hablaban despacio como secreteándose en público. Y yo, con la hoja en blanco, haciendo acrobacias con el lápiz entre mis dedos, tratando de encontrar en ese inmenso mar blanco y quieto, alguna pista que me diera pie para poder desbloquear mi mente.
Sentí moverse la silla que se encontraba a mi izquierda, no moví mis ojos, asumí que alguien la sacaría para ser ocupada en otra mesa. Pero sentí una presencia fuerte, donde en una respiración pausada, se dejaba entrever experiencia, el peso de unos libros se dejó caer cuidadosamente sobre la mesa, mi taza de café frío emitió un campaneo leve, que solo los que estábamos ahí percibimos.
-¿Qué trata de escribir, joven?- dijo la voz pausada y jubilada desde el lado siniestro.
-Poesía barata.- respondí con un dejo de decepción en mi tono de voz.
-Pues no debería pensar así, joven. ¿Ha buscado inspiración en poesía pasada?- volvió a preguntar insistente la voz que sonaba familiar, pero que negaba mirar (para no salir de mi estado de seudo concentración creativa).
-¿Se refiere a si acaso he tratado de copiar o plagiar poesía como las de Neruda y su “me gustas cuando callas porque estás como ausente…”? –respondí con tono irónico. -Claro que he tratado de pensar en ello; es más, he tratado de plagiarla, pero seria demasiado evidente y la persona en la que pienso para poder escribir esto, se merece algo tan especial como lo es ése y otros poemas similares que tiene “Don Pablo”.- Concluí tomando la taza fría, para tomar un último sorbo amargo, que me despabilara de aquella respuesta casi automática.
-Pues haces bien muchacho, debería simplemente usar ese verso, o incluso deberías usar otros de Pablo, te doy permiso.
Al escuchar eso de “te doy permiso!”, no pude no dejar de levantar mi vista y lentamente girar a mi izquierda para encontrarme con esa gorra de marinero, esa pipa de madera ennegrecida por el tabaco que había pasado por ese pequeño agujero, para finalmente encontrarme con esa nariz pronunciada y la mirada melancólica que sólo había visto en fotos y en metraje audiovisual en blanco y negro.
-Perdón, pero esto no debe ser real, usted lleva años muerto, ¿cómo es posible que se encuentre sentado aquí, si ni siquiera me conoce, y menos podría usar su poesía.- Traté de hablar en secreto como lo hacían en las mesas aledañas.
-No hay problema en eso jovenzuelo, estoy donde la inspiración me necesita pero, recuerda que lo más importante es:
La poesía no es de quien la escribe, sino de quien la utiliza.


CRISTIAN ACEVEDO

domingo, agosto 05, 2007

EL COMIENZO DE UNA BITACORA

He comenzado una nueva etapa, una etapa obvia si se quiere, resistida pero, necesaria: la laboral.
Es así como un lunes al medio día recibo un llamado “quieres trabajar en un archivo?” “ya!” fue mi respuesta, al otro día tenía la entrevista, la cual salió peor de lo que esperaba, dejando en evidencia mi despreocupada forma de ver las cosas y la vida, y mientras hablaba pensaba en lo mal que lo estaba haciendo, diciendo cosas que no debía, etc. Pero salió bien. Al otro día, (miércoles 1 agosto) comencé la labor.
Primer requisito: la vestimenta. Formal, de oficina corbata y camisa, bueno la corbata no es taaan necesaria, porque no atiendo a publico, pero me gusta tener buena presencia así que igual la uso. Asi que los colores como el negro y el gris oscuro serán familiares de ahora en adelante. Al igual que el uso de zapatos. Otro punto a considerar era la presencia física. El pelo largo no es problema, el vil moño hace su pega, la barba voló y solo queda la pera. El resto no tiene mucho arreglo, la guata, el porte, la cara, eso tiene arreglo, pero sale caro.

Segundo requisito: trabajo en equipo. Una lata. Soy tan poco social, que la gente me incomoda, pero hago un esfuerzo para tratar con la gente, afortunadamente mi pega es estar encerrado en una oficina, asi que tengo que hablar solo lo estrictamente necesario, nada de charlas sin sentido para “conocer a los demás”. Es un alivio.
Lo bueno de la pega es que es de lunes a viernes con horario de 9 am a 7 pm, la hora de almuerzo y listo. Pega de oficina, lo que cuando chico siempre aborrecí, pero que después de todo no es taaan malo.
La pega es simple: archivar carpetas, miles de ellas, y mantener un orden y control de cuantas salen, cuantas vuelven, meter papeles dentro de otras y listo. Claro suena super simple, pero cuando la empresa trabaja para las 4 concesionarias de autopistas y ve que solo una tiene mas de 3 mil carpetas en el suelo, es algo mas complicado.
Pero el caos debería terminar dentro de un mes, cuando en teoría me entreguen un espacio mas grande donde poder tener todo bajo control, con espacio amplio y ordenado donde estar tranquilo sin los sobresaltos que tocará enfrentar durante el primer mes.
No puedo negar que hay un buen ambiente laboral, la gente parece ser buena, pero siempre está el error que puedo cometer al juzgar con antelación, pero les doy el beneficio de la duda. Mis jefes son relajados y claros, no tengo quejas, claro van 3 días pero es algo significativo porque uno puede estar tranquilo sabiendo que si algo pasa, me dirán tranquilamente que me vaya.

Lo malo: estar todo el dia de pie dando pequeños pasos para alcanzar las carpetas, como las carpetas están apiladas por el momento, hay que levantar muchas cuando piden la ultima del montones, las letras C, J, M son las mas grandes, mucho Juan, Maria y Carlos. Pero cuado todo esté en sus cajones no debería ser problema. Lo que se viene, las carpetas de las otras 3 concesionarias…sin duda que cuando reciba el primer sueldo, saldré a comprar un arma por si no aguanto la presión. Lo cual siempre es una alternativa.