En Chile por estos días de vive ambiente de fiesta y no cualquier fiesta, una religiosa; claro, se está canonizando a Alberto Hurtado, un hombre “santo” como dirían por ahí, pero lo que llama la atención es la “subida al carro de la victoria” de todo un país al hecho de que, solo por motivo de la canonización de un hombre, todo el mundo se vuelve creyente y habla de las enseñanzas que dejó Hurtado casi como si se trataran de los mismísimos mandamientos y ahí es donde yo me confieso perdido (claro que ya lo estoy).
Alberto dejó la célebre frase “Dar hasta que duela” y parece que a los chilenos en su mayoría les duele al tiro; por la tele se ha visto desfilar un montón de caraduras y sinvergüenzas hablar de lo “comprometido” que están con la causa del “Padre Hurtado”, cuando en su puta vida han donado el vuelto al Hogar de Cristo y si lo han hecho es porque no se han percatado en pedirlo; otros claman seguir el “camino” que dejó, y se me vienen las imágenes de la gente de éste país contradictorio por naturaleza y olvidadizo por conveniencia: Alberto se preocupó de los niños de las calles y de los viejos mendigos en su mayoría, dedicó su vida a servir a los más desprotegidos de éste país sin importarle la recompensa personal y sin embargo, hoy vemos a empresarios, políticos, gente de la farándula hablar de que “han seguido el ejemplo” de Alberto….perdón? ¿seguido el ejemplo? ¿creen que por donar unas lucas al año están siguiendo el camino? ¡Váyanse a la cresta!, a mi no me viene con el cuento ese.
Creen que por llevar a unos cuantos viejos a Roma a ver “en directo” la ceremonia están continuando la obra de Alberto? Por favor, ese es un truco tan viejo como los mismos viejos que andan en Roma. Es necesario llegar a tales extremos? Creo que las autoridades religiosas encargadas de todo esto se han cegado y dejado llevar por la política del libre mercado predominante y han vendido el producto “Padre Hurtado” de manera exitosa, eso no se niega, pero le han faltado el respeto a un hombre que se merece todo el respeto de un país ingrato y que en su momento vilipendió de lo lindo a Alberto y ahora se viene a hacer el gueón adulándolo por su magnifica obra, siendo que mucha gente hizo lo imposible para que el Hogar de Cristo no se concretara y bueno, ahora es concreta pero de a poco se ha ido ensuciando que debido a los manejos oscuros de parte de los personeros siniestros de la iglesia, triste.
Políticos subiéndose al bus última hora no es novedad, lo qué llama la atención es lo siguiente: “bueno, estoy acá en Roma siguiendo los pasos del Padre Hurtado”. Perdón? Lamentablemente no recuerdo quien dijo semejante idiotez, por un lado es mejor así, no doy nombres y no arriesgo demandas, pero decir semejante pelotudez es como para pegarle en la cara; cómo es posible que diga que está en Roma siguiendo los pasos de Alberto? O sea que todo lo que se hace acá no se puede seguir, solo lo que hizo afuera es digno de imitar? Y qué hay en Roma que no se pueda hacer acá?
Lo de la televisión haciendo despachos durante todo el día es predecible y triste, pero tenemos la televisión que nos merecemos por hueones. Ahora lo que me preocupa es la gran “hinchada” de fieles que está allá, y eso me preocupa porque dando como excusa la “felicidad del señor”, estos “fieles” son capaces de saltar todas las medidas de seguridad y provocar algún incidente, tal como el que provocó una joven muy idiota, por lo demás, al sortear las medidas de seguridad y entregar una bandera chilena al Papa Juan Pablo II, y después resulta que los exaltados son otros.
Y claro, saltó a la fama por ser “LA” chilena que no aguantó sus ganas de estar cerca de “Su Santidad” y casi deja la media cagá; a esos niveles de fanatismo desmedido hay que llegar para demostrar fidelidad a un Dios que no se sabe que existe aún? Por suerte yo no soy cliente frecuente, perdón creyente frecuente pero, es una pena ver ese tipo de demostraciones que dan vergüenza ajena y que dejan al país mal parado frente a la visión de otros países, como un país lleno de gente media huasa, ignorante que anda por estos días con la boca abierta y la baba colgado por las calles de Roma “dejando la imagen de Chile bien? Puesta”…
Sin duda un triste espectáculo.
Alberto dejó la célebre frase “Dar hasta que duela” y parece que a los chilenos en su mayoría les duele al tiro; por la tele se ha visto desfilar un montón de caraduras y sinvergüenzas hablar de lo “comprometido” que están con la causa del “Padre Hurtado”, cuando en su puta vida han donado el vuelto al Hogar de Cristo y si lo han hecho es porque no se han percatado en pedirlo; otros claman seguir el “camino” que dejó, y se me vienen las imágenes de la gente de éste país contradictorio por naturaleza y olvidadizo por conveniencia: Alberto se preocupó de los niños de las calles y de los viejos mendigos en su mayoría, dedicó su vida a servir a los más desprotegidos de éste país sin importarle la recompensa personal y sin embargo, hoy vemos a empresarios, políticos, gente de la farándula hablar de que “han seguido el ejemplo” de Alberto….perdón? ¿seguido el ejemplo? ¿creen que por donar unas lucas al año están siguiendo el camino? ¡Váyanse a la cresta!, a mi no me viene con el cuento ese.
Creen que por llevar a unos cuantos viejos a Roma a ver “en directo” la ceremonia están continuando la obra de Alberto? Por favor, ese es un truco tan viejo como los mismos viejos que andan en Roma. Es necesario llegar a tales extremos? Creo que las autoridades religiosas encargadas de todo esto se han cegado y dejado llevar por la política del libre mercado predominante y han vendido el producto “Padre Hurtado” de manera exitosa, eso no se niega, pero le han faltado el respeto a un hombre que se merece todo el respeto de un país ingrato y que en su momento vilipendió de lo lindo a Alberto y ahora se viene a hacer el gueón adulándolo por su magnifica obra, siendo que mucha gente hizo lo imposible para que el Hogar de Cristo no se concretara y bueno, ahora es concreta pero de a poco se ha ido ensuciando que debido a los manejos oscuros de parte de los personeros siniestros de la iglesia, triste.
Políticos subiéndose al bus última hora no es novedad, lo qué llama la atención es lo siguiente: “bueno, estoy acá en Roma siguiendo los pasos del Padre Hurtado”. Perdón? Lamentablemente no recuerdo quien dijo semejante idiotez, por un lado es mejor así, no doy nombres y no arriesgo demandas, pero decir semejante pelotudez es como para pegarle en la cara; cómo es posible que diga que está en Roma siguiendo los pasos de Alberto? O sea que todo lo que se hace acá no se puede seguir, solo lo que hizo afuera es digno de imitar? Y qué hay en Roma que no se pueda hacer acá?
Lo de la televisión haciendo despachos durante todo el día es predecible y triste, pero tenemos la televisión que nos merecemos por hueones. Ahora lo que me preocupa es la gran “hinchada” de fieles que está allá, y eso me preocupa porque dando como excusa la “felicidad del señor”, estos “fieles” son capaces de saltar todas las medidas de seguridad y provocar algún incidente, tal como el que provocó una joven muy idiota, por lo demás, al sortear las medidas de seguridad y entregar una bandera chilena al Papa Juan Pablo II, y después resulta que los exaltados son otros.
Y claro, saltó a la fama por ser “LA” chilena que no aguantó sus ganas de estar cerca de “Su Santidad” y casi deja la media cagá; a esos niveles de fanatismo desmedido hay que llegar para demostrar fidelidad a un Dios que no se sabe que existe aún? Por suerte yo no soy cliente frecuente, perdón creyente frecuente pero, es una pena ver ese tipo de demostraciones que dan vergüenza ajena y que dejan al país mal parado frente a la visión de otros países, como un país lleno de gente media huasa, ignorante que anda por estos días con la boca abierta y la baba colgado por las calles de Roma “dejando la imagen de Chile bien? Puesta”…
Sin duda un triste espectáculo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario