miércoles, enero 18, 2006

SIGNIFICADO

Éste es un tema que ya he tratado aquí, pero que es recurrente en mi vida: El significado de la amistad. La otra vez la definí y bueno, debido a situaciones que han pasado, me he puesto a pensar en verdad ¿Quién está equivocado? ¿acaso yo o el resto? La respuesta es obvia: los equivocados son el resto o los otros y punto.
Por qué? Porque simplemente la amistad DEBE basarse en algo, solamente los cabros chicos basan sus amistades en tonteras; “hey si tienes una pelota eres mi amigo” pero cuando “grande” las cosas cambian y eso todos los sabemos.
Como personas buscamos aceptación, buscamos pares, buscamos a quien tenga algo que nos haga sentir cómodos y viceversa; esa una búsqueda constante que en varios casos, se pierde; los motivos para eso pueden ser tan diversos como se quiera, pero eso en estos momentos da lo mismo.
Lo escribí también hace tiempo atrás: las personas llaman “Amigo” a cualquiera con el que se relacionan y no necesariamente se mantiene un vínculo “amistoso” igual con todos, no tienen por qué, pero llamar “amigo” a alguien, me he dado cuenta se ha vuelta tan común como decirle a alguien “huevón”. Nadie se espanta porque le digan huevón, lo mismo con amigo. Si yo saludo a alguien, éste puede que después de una semana diga que es mi amigo y, pero para mi es un tipo al cual saludé por alguna razón y no necesariamente lo convierto en mi amigo.
Y bajo esa premisa, mis exigencias son altas y mutuas: debe haber aceptación, entendimiento, respeto y confianza.
Antes de seguir, una aclaración: éste no es un manual para que se conviertan en mis amigos. Repito, no necesito amigos, no quiero más amigos. Conocidos puede ser, cuando abra una vacante, pero por ahora estoy copado.
Volviendo al tema; mis parámetros son altos y consecuentes, si los demás no tienen los mismos no es problema mío y, por Dios que nunca nadie tenga mis parámetros, porque ni yo quisiera ser amigo mío; ¿Quién quiere ser amigo de un tipo tan egocéntrico, irónico, de humor negro, soberbio y a la vez imbécil? Yo no.
Creo que el resto, (el gran culpable de todo) me demuestra sin quererlo que YO tengo la razón, y que a la vez eso me hace sentir anormal o fuera de lugar. El mundo no necesita a tipos como yo: “lateros”, ¡viva la vida loca! ¡seamos superficiales! Seamos todos un Roberto Carlos y unamos nuestras manos en una gran signo de amistad; nadie quiere escuchar, todos quieren hablar, todos quieren ser aceptados, quieren tener un lugar al que pertenecer y eso a la vez demuestra su propio miedo a estar solos y en estos días estar o andar solo es como estar enfermo, pero caminar solo por la calle no significa necesariamente “estar” solo. “ya conocerás a alguien” te dicen para subirte el ánimo. “solo”, “soledad” esas palabras dan escalofrío de solo escucharlas o decirlas, es como nombrar una maldición y dan miedo; ése miedo que es tan fuerte que, con tal de escapar de esa sombra llamada “Soledad” son capaces de llamar “amigo” a cualquiera, aunque no tengan nada que ver con uno, porque la aceptación y la vergüenza que se siente al ser visto solo, es más grande que los principios que cualquiera pueda tener. Venden el alma por tener a alguien a quien llamar “amigo” y la verdad, YO no necesito amigos de cortesía, esos que seguramente todos conocemos y que llamamos “amigos lejanos” porque ésa es una etiqueta que están obligados a poner, aunque les de lata ¿por qué clasificarlo todo? Por qué no dejar ser? No lo sé, no es mi culpa darme cuenta de las cosas que nadie repara, pero que todos han hecho desde hace tantos años. Y no inventé las etiquetas. Y sinceramente no soy el primero en darme cuenta de que todos vivimos en una mentira diaria.
Sinceramente creo que las amistades son reales cuando hay una maduración en la confianza y nada puede destruir esa confianza, pero cuando ésa confianza nunca existió es muy difícil que la amistad dure. Las amistades reales son como las plantas: hay que cuidarlas y regarlas todos los días porque de lo contrario, se marchitan y se mueren y lo más cercano a una nueva amistad es comprar otra matita y volverla a plantar, pero, hey, ese soy yo y también creo que las amistades son avance, partir de cero para ir sumando y consolidando relaciones interpersonales y no meros estancamientos que sirven para llenar espacios de números telefónicos y listas de correo electrónico.
Y yo no estoy equivocado y eso me hace sentir mucho mejor, porque al final del día estar en paz con uno mismo vale más que un millón de amigos que solo te preguntan una vez cada 6 meses “¿Cómo estay, tanto tiempo?”

No hay comentarios.: