lunes, febrero 27, 2006

VERTIGO EN SANTIAGO....U2 EN CHILE

Los U2 tocan donde sea como si se tratara de un equipo de fútbol que siempre juega de local; las graderías llenas hasta el tope dejan en claro que la banda no está sola y que en el momento que pisan el escenario, salen a ganar.
Lo de el domingo 26 de febrero en el Estadio Nacional fue una prueba de lo anterior; todo el crew de U2 juega de memoria: los técnicos hacen su pega de una manera más que profesional y me tocó ver cómo trabajan los tipos de la mesa de control de video.

A las 21:15 aparece The Edge entre penumbras y humo acariciando las cuerdas de su guitarra para dar un electrizante inicio a “City of Blinding Lights”; tema que dio por inaugurada una noche perfecta en Santiago. Las más de 78 mil personas que había en el estadio no daban crédito a sus ojos al ver una monstruosidad de pantalla de LED y 2 gigantescas plasmas a los costados; sin duda un detalle no menor, es que U2 piensa en todo el recinto donde realiza sus presentaciones, a la hora de montar un espectáculo. Desde el último tipo de la galería hasta al más acérrimo fan que está a los pies del escenario. El show está hecho para el disfrute de cada tipo que está allí.
El conteo de “1, 2, 3….14!!” fue el pase a “Vertigo”, que fue el segundo tema en sonar para luego dar paso a una versión “extendida” de “Elevation” donde The Edge y Larry Miller cantaron una estrofa del tema junto a todo el estadio.
La máquina de éxitos que es U2 no paraba de entregar uno tras otro los temas que los han hecho quienes son hoy; el estadio nunca paró de corear ninguna de las canciones y la emoción duró todo el show; cada tema desataba un sentimiento diferente entre los asistentes que seguramente recordaban algún momento significativo de sus vidas y la relacionaban con algún tema interpretado ésa noche.
El ambiente que tuvo el show fue mágico, el momento culmine de aquello fue cuando Bono pidió que todos encendieran sus teléfonos celulares y al mirar desde cancha (donde yo estaba) a todo el entorno del estadio era simplemente emotivo y daban ganas de que ése momento no acabara. Fue lindo….perdonen lo fleto del término.
Algo que de verdad sorprendió fue la voz de Bono; si bien, no es la misma del ’98…quedó claro que el tipo cuando quiere saca todo lo que tiene y canta hasta no dar y el domingo, Bono demostró que aún tiene una voz para sacar chispas y llegar a los tonos altos no fue un mayor problema. Grande Bono…
Las alusiones político-sociales de Bono no serían la excepción en Chile, país al que parece tenerle una cariño especial a la hora de hablar de política y derechos humanos y eso se notó cuando en las pantallas comenzaron a desfilar los 5 primeros artículos de la declaración universal de los derechos humanos y al rato su pequeño discurso sobre su opinión acerca del país y de lo que “tenemos que hacer como pueblo en desarrollo”.
Sin duda que la masa amorfa que se hizo presente agradeció de buena manera el gesto de Bono y compañía de rendirle un homenaje a su manera al futuro de ésta patria ingrata, pero que a la hora de ser reconocida, se hincha como pecho de paloma. Las menciones a Michelle Bachelet sacaron aplausos, tal como lo hizo la llegada de Ricardo Lagos a las 21 horas al estadio. Eso deja entrever que la masa se comporta de una manera inteligente cuando quiere, y en los momentos importantes y dejar en claro que 70 mil personas apoyan a un presidente que va a ver un recital de una banda rock, habla bien tanto del presidente como de sus compatriotas y más aún; el hecho de que se celebre de manera masiva la aprobación y felicitación de tener una presienta mujer, habla bien de nuestro país, que en el fondo somos todos.
Pero el show debía continuar y, como el equipo que es U2, siguió jugando de memoria y la demagogia de Bono se hizo notar de la manera que lo ha venido haciendo desde que hace shows; la subida de las chicas a bailar junto a él, la ceremoniosa manipulación de una bandera que le fue tirada desde el público, son guiños que hace para congeniar con un público que no necesita de tales gestos, pero que al final agradece igual de puro idiotas que somos, la aparición de nuestra bandera en las pantallas, todos auto referentes al país anfitrión que sirven de agradecimiento y preocupación de una banda que se fija en los detalles que hacen que un show sea completo, en el sentido más completo de la palabra completo.
Una versión agresor de “Bullet the blue sky” dejó en claro que la banda no se anda con chicas; fue lejos la mejor versión que he escuchado de ése tema. Guitarras rabiosas y una base bajo/batería que daba miedo, la voz de Bono era la vía de escape de tanta furia con que se sintió que fue interpretado el tema…puro rock sin concesiones a la hora de enfrentar ése tema.
Los hits salieron y dejaron a todos contentos, puede que a mi juicio, faltaron un par de temas del “Pop”, pero eso es quejarse de lleno y después d e las 2 horas es quejarse de lleno.
Un show redondo que tuvo cero faltas o errores no forzados.
El único pero: la organización de carabineros….la cola para cancha fue un infierno que debí soportar de temprano y que pudo ser mejor organizada. Pero filo, el sacrificio valió la pena y ahora solo queda el recuerdo en la memoria, el pito en el oído por un sonido fuerte y claro, que a ratos tuvo un par de problemas de ecualización en la guitarra, pero nada grave.
U2, cayendo en el lugar común, fue sin duda el mega evento del año y tendremos que esperar unos 6 años más para volver a ver el espectáculo musical que vale la pena ver de una banda legendaria que llega a todos los sectores del país…si no me creen era cosa de escuchar la batalla de gritos entre sector cancha y andes donde nos dijimos de todo y terminamos hueviando a los de galucha….jajajaa..


gracias por un show que 78 mil idiotas no olvidaremos hasta el próximo show que valga la pena...ya que la memoria es frágil.

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