martes, mayo 16, 2006

SMOG

Estamos en Pre- emergencia, en Alerta, en Pre-Alerta; mentira!! Estamos en Peligro y punto.
A éstas altura a uno no debería sorprenderle lo que pasa en éstas fechas, ya que como cada año, la situación es la misma y por todos conocida. Empieza el otoño y la calidad del aire empeora como siempre y lo divertido es que las autoridades actúan como si fuera primera vez que pasa. Cómo es posible que se actúe de ésa manera con un problema tan arraigado en la cultura popular? Se puede seguir decretando “alertas ambientales” todos los años en las mismas fechas sabiendo que el próximo año será igual?
Seguramente los genios de la intendencia encargados de monitorear el aire esperan un milagro natural para que se lleve de una buena vez la negra nube que tenemos los que vivimos en santiago (entiéndase que esperan un cataclismo de proporciones bíblicas que derrumbe buena parte de la cordillera de la costa para que deje entrar una bocanada de aire costero que haga que la nube se mueva hacia cualquier dirección, ó, en el peor de los casos esperar un cambio drástico en el clima de la zona y que comience a llover todo el año de manera intermitente y así mantener el aire limpio cada 3 o 5 días) otra manera de ver un milagro no veo.
Pero la restricción vehicular sigue funcionando pese a que ya no afecta a nadie, todos andan en “catalíticos” y “que se joda el resto si contamino, tengo catalítico” dicen los que automovilistas, a quienes las autoridades les tienen miedo porque les dijeron años atrás que invirtieran en autos catalíticos porque era LA manera de descontaminar la ciudad y no sufrirían de la restricción y podrían seguir despedazando los pulmones de quienes NO usamos auto.
Hoy al verse amenazados de caer de manera definitiva y constante en la restricción, los conductores de catalíticos bien poco les importa el estado del aire y menos la salud de los compatriotas y eso se deja ve en sus declaraciones; cuando hace unos días impusieron la restricción a los catalíticos la gente no respetó la norma porque prefería pagar la multa ya que a ellos se “les prometió” nunca deja sus autos en casa y que podían seguir ensuciando el poco aire que nos va quedando y ahí, precisamente en ése momento se acabó la solidaridad del Shileno medio con el prójimo y todo lo que eso conlleva. Fue el fin de un tipo de sociedad que en algún momento pensamos que teníamos, pero que secretamente se iba muriendo y hoy solo es un recuerdo.
Ya no importan los cielos grises, los consultorios llenos de críos ahogados (ése es otro tema para debatir), la gente tosiendo angustiada, las calles atestadas de autos; al automovilista solo le importa llegar a su destino primero que nadie y que nadie se cruce en su camino y no importa que su auto eche humo, no le pueden venir a cambiar las reglas, total son los “otros” los que sufren la contaminación, no ellos, y eso es triste.
Pero, en un gobierno criado bajo el manto del “atropello al derecho humano” y no pasar a llevar al ciudadano común como lo fue durante tanto tiempo, aún después de 15 años se sigue palpando el miedo a aplicar leyes firmes sin pensar que se está atropellando algún derecho básico al individuo y si las autoridades no pueden resolver ése tema de manera personal y mirar las cosas en su panorama completo sin dejar de tener miedo a perder ése poder, difícilmente las cosas pueden cambiar.
Suban las multas a los infractores de leyes de tránsito, a los que contaminan deliberadamente, alguien tiene que pagar y, ésos no deben ser los que están en cama por alguna afección a sus vías respiratorias por no poder respirar un aire limpio, deben ser los que causan el problema.
La ciudad está casi muerta y la culpa la tienen las autoridades por no ser lo suficientemente severas a la hora de enfrentar los problemas y por otra parte, los automovilistas por ser unos seres que al momento de subir a su auto dejan atrás su condición de humano y pasar a ser seres sin capacidad de racionar y que al llegar a casa y ver las noticias le echan la culpa a las mismas autoridades.
Me alegro que suban las bencinas, los permisos de circulación, los seguros obligatorios, las patentes, todo lo que tenga que ver con autos y contaminación; si quieren contaminar paguen! Porque si tiene plata para pagar un auto y contaminar, lo mínimo es que paguen las multas y de alguna forma hacerse responsable por los gastos médicos de miles de capitalinos que tenemos que respirar el mismo aire que nuestros propios vecinos ensucian.

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