SANTIAGO VIOLENTO

Vivimos en una ciudad violenta? Pero me refiero a la violencia-violencia, o es solo una percepción errónea de nuestro estilo de vida? Será posible que seamos capaces de crear como mecanismo de defensa la sensación de inseguridad para llamar más la atención sobre lo desprotegido emocionalmente que estamos?
Viendo las noticias no me queda claro en qué tipo de ciudad vivimos; de partida porque a los noticieros hay que creerles la cuarta parte, ya que de un tiempo a ésta parte el sensacionalismo y la exacerbación de la violencia y el caos que – se supone- en que vivimos nos está superando.
Si bien es cierto que es bastante fuerte la experiencia del asalto a mano armada, no creo que Santiago se haya vuelto una ciudad dirigida por el caos y la anarquía, estamos lejos de aquello, pero de ahí a hacer un llamado a armarse porque la situación es insostenible, me parece exagerado.
El otro día una manifestación en contra de la delincuencia se hizo y el llamado que se hacía era a aplicar justicia por las propias manos, pero hay detalle que se ha dejado pasar: el que mucho habla poco hace.
La idea es tan sencilla como tomarse la justicia por su cuenta sin decirle a nadie y actuar así nada más. Suena radical la postura pero, es ahí donde precisamente ésta gente que se queja se cae. Me pregunto, si se hacen los tan “choritos” a la hora de hablar ala prensa y de advertir que si las autoridades no hacen algo y que ellos lo van hacer, por qué no lo hicieron ya? Es acaso que esperan que los delincuentes se asusten con sus amenazas u advertencias? Si yo tuviera los medios para comprar un arma, la compraría y si tuviera que usarla en un caso extremo, lo haría pero no hablaría a la prensa ni saldría en portada de los diarios haciendo alusión a que, primero tengo un arma en i casa y segundo, que la voy a usar contra los que me ataquen; eso es tentar a la violencia en sí. Es mejor que el delincuente no sepa que estoy armada y así el factor sorpresa se lo lleva él y no el afectado. Acaso no es lógico?
Sin duda que un sector de la sociedad en que vivimos está demasiado paranoico y eso da lata; pero ésta ciudad tiene más material para criticar.

Neonazis; ya hemos hablado hasta el hartazgo de ellos y pese a todo, siguen apareciendo; de quien es la culpa? Los medios? La gente? Las victimas? Los propios neonazis? Somos todos? No lo sé, pero en momentos como éste es cuando el discurso de la tolerancia de los que “han luchado por la democracia” se viene al suelo. Así, tal cual, la posición progresista de los demócratas se cae como una torre de naipes, hasta ahí llega el discurso de la tolerancia, de la libertad de expresión, de los derechos humanos porque simple y llanamente NO TOLERAN a alguien con un diferente -y aunque extremo- punto de vista.
Éste asunto no me merece más dedicación porque no es importante como tema, ya he dicho que los neonazis son bastante idiotas e inútiles, pero filo.

Secuestros Express; éste teme es viejo, viene de los tiempos de que sucedían en Argentina debido a la precaria situación de vida de por allá y que se importó a la “chilena” y derivó en ajustes de cuenta entre bandas de narcotraficantes y que de vez en cuando sufre alguna familia chilena de la sufrida clase media. Es una situación que ocurre poco, pero que los medios ensalzan de manera que uno se quede con la sensación de que pasa todos los días y en todo el país.
La conclusión a la rápida que queda es que la culpa la tienen los medios de comunicación y no necesariamente la farándula, pero como dicen: cada país tiene la sociedad y tipo de gente que se merece y parece que Chile y su orgullosa ignorancia no da para más.