domingo, julio 02, 2006

EL FINAL

El sábado 1 de julio fue el final de la tremenda serie televisiva SIX FEET UNDER; la serie que llegó a su final definitivo, puesto que ésta era la última de sus temporadas, terminó con el mejor final que yo jamás haya visto en una serie de TV.
Creada por Alan Ball (director y guionista de American beauty), Six Feet Under, contó la historia de una familia dueña de una funeraria y todo lo que eso involucraba.
En una capitulo de 80 minutos, el final fue extremadamente potente tanto en su imagen como en sus segundas lecturas. Y sí, lloré a mares; suena idiota llorar por un final, no niego que es de imbéciles pero, la potencia de cómo se entregaron los últimos 10 minutos de la serie fueron demasiado intensos como para dejarlos pasar.
Si bien la serie en EE.UU. ya ha terminado, HBO en el cable nos ofrece la oportunidad de presenciar una de sus mejores series originales que NO veremos por televisión abierta (a diferencia de LOST) y bueno, se agradece, por último estarán los dvd’s para revivir cada momento, pero creo que me saltaré la revisión de éste último capitulo porque de alguna manera me golpeó demasiado.
Vuelvo a éste punto porque la sensación de ansiedad, felicidad y melancolía que se entrelazaban durante las imágenes fue tan golpeadora que no me pude recuperar en un buen rato después que los créditos habían terminado y la siguiente presentación del canal estaba al aire, terminé mal, pero a la vez me daba risa el motivo de mi llanto, estaba consciente de la estupidez que hacía al llorar por un final, pero creo que mucho de lo que se habló durante la serie fueron temas o cosas que me llegaron de manera profunda y que yo sentía eran cosas que pensaba o vivía en el día a día y que de manera misteriosa alguien había puesto en palabras e imágenes como para que yo hiciera el ejercicio de armar esas imágenes y darme cuenta que no andaba tan perdido por la vida.
En realidad es bien aro andar buscando significados en programas televisivo, porque la frase es conocida “cualquier relación con la realidad es mera coincidencia”, pero detrás de la ficción hay guionistas que viven y pasan por situaciones raras y claro, los guionistas se caracterizan por ser personas raras (pregúntenle a Charly kauffman), pero a la vez son personas muy sensibles y ahí es cuando uno se da cuenta de qué tan reales pueden ser algunas historias.
Six feet under terminó y lloré a mares por éste maldito final que fue demasiado perfecto, ni aunque yo viviera 1000 años podría escribir algo así, pero agradezco el haber estado vivo para verlo y al final de todo, la televisión de buena calidad siempre se agradece, sobretodo cuando uno se da cuenta que la mayoría de las personas que uno conoce por la vida no valen la pena y entre gastar 50 minutos con una persona insignificante o ver Six feet under, obviamente no hay donde perderse si uno tiene cable.

Ahora se nos vienen Los Sopranos y cuando llegue ése final, no creo que llore, puede que salga a matar a alguien o a unirme a alguna familia de mafiosos, aunque aquí sería medio rasca porque el nivel es otro, es a medias, como Chile…a medias.

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