ANARKIA Y REBELION....LA GENTE LINDA AL PAREDON

Así dice una canción de los Fiskales Ad-Hok de años atrás, y me acordé de ésa línea en especial debido a los incidentes del domingo durante la marcha de los detenidos desaparecidos, los disturbios menores (menos mal) en la noche del 10 en sectores periféricos y las miserables escaramuzas del 11.
Y bueno, pensando en anarquía, me vi todas las noticias y en CHV salió una nota sobre los “grupos anarquistas” infiltrados en la marcha y todo su vendaval de desmanes, pero lo que llamó mi atención fue el hecho que en las imágenes se veía a tipos vestidos con zapatillas de marcas gringas, que curiosamente son empresas que forman parte del sistema social de mercado predominante. Mmm, por qué me tengo que fijar en detalles así? Porque soy un idiota. Perdón jóvenes anarkistas por dudar de sus ideales y demostraciones de “descontento” con el sistema, viendo que ustedes están al margen de éste sistema frío y deshumanizado, pero que igual alimentan al comprar sus ropas de marca y zapatillas vistosas. Yo pensaba que los anarkistas eran personas que desprecian al sistema y rompen todo lo que tenga tonos de capitalismo; es claro, que veo cuando destrozan a ése icono del imperialismo yanki que ustedes desprecian, llamado McDonald, pero no veo destrozar las propiedades de las personas detrás de ése malvado sistema del que ustedes no son parte. Vuelvo a preguntar ¿por qué no van a romper cosas al sector oriente? ¿qué culpa tiene el quisco del viejo que vende diarios en Recoleta? .
Estoy yo en un error? Probablemente. Ver hablar a uno de sus representantes me dejó más confundido. Después en el “Medianoche” del lunes 11 en TVN salieron otros “anarkistas” justificando sus actos y diciendo que están junto al pueblo, los trabajadores y los estudiantes, pero lo único que hacen es destruir las cosas que justamente ésas personas usan a diario; qué raro. Después salió el vocero del FPMR apoyando la molotov a La Moneda, siendo que nadie en su sano juicio puede aprobar tal acto; obvio que hay otras maneras, yo también estoy descontento con el gobierno, pero no creo que tratar de incendiar la Moneda sea la solución a mis problemas.
Es una mezcla entre risa y vergüenza ajena ver hablar a tipos que justifican la “lucha armada” en un país que no está en guerra; obvio que hay injusticias, pero esas injusticias se deben combatir con inteligencia. Es claro que estos grupos minoritarios están fuera del sistema, pero a la vez el sistema tiene claro que hay un grupo que no quiere estar dentro del juego, lo que hace que YA estén considerados como parte del sistema, se entiende? El sistema contempla a estos grupos y los absorbe, pero estos no se dan cuenta de aquello o a lo mejor sí, pero no veo el real cambio o lucha que dan contra el sistema.
Sin duda que los actos de la noche del 11 fueron tan predecibles como lo son todos los años, los mismos niñitos tirando piedras en comunas populares, quemando neumáticos y usando armas en contra de carabineros para “demostrar su descontento”, pero y ¿dónde están los padres de esos menores de edad? ¿qué hacían estudiantes secundarios tirando piedras desde la USACH? ¿qué raro que un estudiante de “Administración de Empresas” haya sido detenido por desmanes?
Durante el día el secretario del PC alegaba la “extrema violencia” de carabineros durante la marcha del domingo, perdón, pero si hubiera habido “excesiva violencia o represión” de parte de los pacos, no hubiera habido una molotov explotando en la ventana de La Moneda. Los comunistas son otros que bien andan dando la hora.
Insisto, estos grupos de “encapuchados” son tipos que no tienen idea por qué hacen lo que hacen, claro es divertido tirar piedras, quemar cosas y robar locales, pero deja en evidencia el uso de solo 1 neurona por parte de estos tipos. ¿Saben acaso las causas políticas del golpe del ’73? ¿Tienen idea por lo que tuvo que pasar el país durante los 80? NO.
Si tanto le echan la culpa a los políticos y a los empresarios por qué no van a los sectores donde viven estos y hacen allá las manifestaciones? Si la cuestión es tan simple como hacerle notar al responsable de nuestra suerte lo disconforme que estamos. Si a mi no me gusta como me atienden en un supermercado, pido el libro de reclamos y no vuelvo más, pero no me desquito con el almacén de la esquina, porque no tiene sentido. Pero repito, discúlpenme señores anarquistas, soy yo el equivocado, yo no entendí los libros de revolución, me equivoqué al ver con mis ojos las manifestaciones de los 80, entiendo todo al revés cuando veo las noticias o leo un diario; tengo problemas para escuchar declaraciones de dirigentes de izquierda; sí, les pido disculpas por ver más allá de lo que ustedes ven, ustedes lo están haciendo todo bien, están más claros que yo al lanzar una molotov a La Moneda y no a la sede de la UDI; ustedes saben el real motivo de saquear locales comerciales de gente de esfuerzo y no saquear tiendas en el Alto Las Condes; sigan ustedes con su fructífera lucha que tantas victorias les ha dado hasta hora, sigan exigiéndole al gobierno cosas que yo no veo que obtengan, pero puede que no las vea porque el sistema me tiene ciego. Perdón, perdón, perdón.
Y seguramente sabré algo de ustedes durante el 1 de mayo, el 21 de mayo y el 11 de septiembre del próximo año.