domingo, diciembre 11, 2005

YO QUERÍA SER....

Y llegó el día, el día donde la “Democracia vive su fiesta” (frase que le gusta usar a tanto político huevón) y nada po’; madrugué para dirigirme a mi local de votación a hacer vale mi derecho como ciudadano y elegir a mis representantes y créanme, no fue nada especial. Más encima no pude ser vocal de mesa como era mi sueño, los malditos estaban constituidos todos y en ninguna mesa faltaba alguien como para poder colarme y hacer historia. Y bueno, tuve que votar y se me hizo eterno; si bien no había nadie antes que yo, el momento de entrar a la “cámara secreta” fue casi solemne si no hubiera sido por el color del telón que cubría la entrada de la “cámara” (un color naranjo). Pero lo importante es que cumplí con mi derecho y me empapé el dedo con esa tinta que nadie teñir sus dedos y pasar el resto del día tratando de limpiarla. Solamente faltaron los flashes al momento de introducir mis votos a las urnas y habría sido lo máximo, pero con la emoción que me embargaba debía ser feliz. Los milicos estaban sospechosamente gentiles y hablaban (cosa rara en esa gente), los pacos serviciales como rara vez se ven y todo el mundo se mostraba medio contento por participar en el proceso cívico que hace que el país se hinche como pecho de pato de silabario cada vez que da muestras de la “cultura cívica” que nos llena desde el año ’88.

Si bien lo anterior habla bien del shileno medio, cabe una duda que me intriga: si bien el continente americano se caracteriza por ser bastante flojo e ignorante a la hora de ejercer sus derechos cívicos, no es de extrañar que siempre estemos rodeados de dictaduras por todos lados, lo cual hace pensar que somos personas naturales acostumbradas a las dictaduras solo para no tener que asistir un día a elegir nosotros mismos a quienes queremos que (en teoría) nos representen.
Si bien cuando uno es pendejo y se las da de anarquista y rebelde y dice “no estoy ni ahí con los políticos”, “el voto debe ser optativo”, “no me representan” etc, pero después de todos esos años de revolución huevona, uno se da cuenta que esos mismos discursos tienen estrecha relación con la libertad y la democracia que uno cree representar y creer, pero si uno dice “el voto no debe ser obligatorio, sino voluntario”, ¿quiere decir que como no me mandan a votar, yo voto cuando quiero y como no quiero no voto y así seguirán saliendo personas que no me representan? ¿ cómo realmente generar un cambio si no me integro? Está claro que el sistema binominal es una mierda, y la mayoría de los candidatos no nos representan, pero por esas mismas razones uno debería votar y votar nulo, porque al anular se está dejando constancia que la gente ejerce el derecho al sufragio, pero no le gustan los candidatos y los que sean elegidos no podrán decir que todos votaron por él.
Lo otro, si los jóvenes se llenan tanto la boca con la liberta y la democracia y la tolerancia, no es una contradicción que piensen que ir a votar o ser vocal de mesa es “una pérdida de tiempo”? acaso perder un día a favor de mantener un régimen democrático donde participan todos los ciudadanos no es un justo sacrificio por seguir siendo una democracia? En ese caso que venga una dictadura y listo, no hay más preocupaciones de perder un día en un aburrido y acalorado día donde la gente pierde sus esperanzas rayando un papel.
Supongo que la madurez me ha llegado (menos mal que de a poco) y ahora que soy un ciudadano, puedo decir que votar es necesario, es la manera menos mala de protestar ya que el voto nulo lo tienen que contar igual y si los políticos tuvieran 2 dedos de frente se darían cuenta que si la gente anula es por algo, y por último siempre es más gracioso dejarles dibujado un pico bien grande en el voto a dejarlo en blanco y evidenciar un nerviosismo que los políticos aprovechan para atemorizar a la masa amorfa ignorante que, lamentablemente hace nata en ésta cagá de país.

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