LLEGANDO AL FIN

Estamos llegando al final de la historia, van más de 3 semanas de “conflicto” entre el gobierno y los estudiantes y el elástico ya no da para más; los niños han jugado a lo que han querido, jugaron a la Toma, al paro, a la convocación nacional, a los llamados a los sectores sociales, pusieron en jaque al Mineduc, la prensa estuvo pendientes de ellos, el gobierno sacó plata para sus demandas y hasta un muerto viviente (el FPMR) apareció.
Si algo certero hay de éste movimiento estudiantil es que tiene que morir, se tiene que extinguir, y morirá de la forma más torpe: se comerá a sí mismo por su hambre de poder, el hambre de convocatoria y ego es más grande que sus demandas y eso, precisamente hará que se extinga solo, sin presiones políticas, ni intervención de terceros.
Se habló de “quiebre” entre la asamblea, pero más que quiebre es cansancio, su postura no da para más; todos los sectores han coincidido en que “el gran paro social” al que convocaron el lunes pasado fue innecesario; entonces qué hay realmente detrás de tanta tozudez de los estudiantes?
Obviamente lograron su propósito, no hay que negarles eso, pero forzar más la situación? Para qué? Es useless.
El tan nombrado quiebre es algo obvio ya que muchos sectores coinciden que se han logrado los objetivos, pero hay otros que dicen que y que aún se puede forzar más al gobierno, pero hay un detalle que se ha dejado escapar: el gobierno mostró plata, pero el problema ya no es de plata. Entonces si ya no es de dinero, es por acción, la participación en los cambios a la LOCE y eso, se puede solucionar sin estar en movilizaciones extremas.

Lo de hoy martes 6, eso de tomarse la UNESCO fue más bien algo simbólico, porque practico no tiene sentido y a medida que pasan los días, el hambre, el cansancio y las discrepancias internas se han hecho evidente y como dije antes, la tozudez de sus “dirigentes” es la que terminará matando al movimiento y eso, es lo que más les duele a sus “voceros”. Saber que dentro de unos 10 años solo recordará la movilización y los incidentes protagonizados por encapuchados y los logros de aquella movilización, pero que no tendrá rostros concretos a la hora de señalar a los artífices de aquello, es lo que genera el dolor de los dirigentes secundarios; quieren pasar a la posteridad, pero individualmente, no como una generación y he ahí precisamente la discrepancia muda, ésa que todos saben pero, que escudan en otros factores.

Estar en la Alameda y preguntar a unos cuantos “estudiantes” el por qué de la marcha, de las piedras, de su pelea y que respondan que solo lo hacen para no estar en clases o en su casa y que les gusta tirar piedras a los pacos, deja bastante claro que el “gran” movimiento está tan mal como la misma educación que quieren cambiar, nadie pesca los temas de fondo y no les interesa y está bien, porque son jóvenes idiotizados por el sistema y ése es su rol en la comunidad: ser jóvenes desinteresados.
Da lata ver que ha medida que pasan y pasan las generaciones, solo se ve que vamos camino a una involución intelectual, mientras menos saben y les interese su entorno, mejor, más orgullo y uno solo puede reír y sentir lástima por esas nuevas generaciones que sacan voceros miembros de partidos políticos y que a la vez claman no estar politizando sus demandas.

El movimiento tiene que morir porque es su naturaleza, es el ciclo de su vida útil, nada más.
Todos sabemos que las modas son pasajeras y cíclicas, pero no así los rostros de quienes las encabezan, son tan borrosas como los mismos rostros encapuchados que a punta de piedras quieren sentirse dentro de una época que no les tocó ver ni vivir.
El país es otro y el contexto es otro, pero la idiotez es la misma.

El movimiento estudiantil de ésta generación ha muerto, viva el movimiento estudiantil de ésta generación !!!!