viernes, julio 14, 2006

LOCALISTAS

Cuando uno camina por las calles de ésta ciudad que es Santiasco, uno, por muy mal que esté, piensa que vive en un país integrado al mundo. Claro, uno ve que hay mucho TLC, que el cobre sube, que la bencina también y un montón de cosas que hacen pensar que vamos por buen camino como país, que nuestra voz importa al resto del mundo y que la tan manoseada frase del “país al final del mundo” ha dejado de tener fuerza y que nos hemos convertido en una sociedad media moderna y desarrollada; por algo puede ser eso de los “ingleses de Latinoamérica”.
Pero todo lo anterior de va derecho a la basura con una simple lluvia. Así de simple.
¿por qué digo esto? Fácil, porque el “tremendo” temporal que se venía encima de medio Chile, no fue tal y la “gran” catástrofe que quedó en la octava región es una mugre de lo que en otras oportunidades ha ocurrido con desastres naturales en el país.
Ahora bien; sin desmerecer lo dramático que debe haber sido todo para las victimas del “temporal”, mi crítica va a los medios de comunicación y autoridades de éste país.
Primero que nada, nos anunciaron que venía un frente de características bíblicas y que poco menos había que construir casas muy altas para poder resistir los embates de las lluvias. Nada de eso paso y la cantidad pronosticada de 100 milímetros de lluvia solo llegó a 30; ahí está el primer signo de alarmismo desmedido y queda en evidencia el llamado oculto al pánico irresponsable que tienen los medios de comunicación.
Segundo, todo la atención de los noticieros se vuelvan a la tragedia de Chiguayante, los muertos del alud de barro del cerro y la desaparición de 2 pacos; si bien merecen atención, no creo que dé para llenar 45 minutos de despacho en directo para ver y escuchar a gente alegando por la falta de autoridades o porque viaja la presidenta a ver qué pasó o en último caso, escuchar los llantos desconsolados de familiares, a quienes poco se les entiende.
La visión cosmopolita de los noticiarios tambalea al encontrarse con situaciones dramáticas que tientan a los periodistas a hacer gala de su labia llorona para “sensibilizar” al televidente que está calientito en su hogar sin pasar penurias.
la línea editorial estilo CNN de que hacen gala TVN y Canal 13 se desploma en 5 minutos de despacho en directo desde “el lugar de los hechos” y la pauta de noticias solo se refiere a todo el universo que está envuelto en la tragedia y que el resto del mundo se detiene y nada más ocurre porque en Chile ha ocurrido una tragedia.
Cuesta entender eso y a la vez hace pensar qué tipo de prensa tendríamos si nos hubiera tocado vivir el tsunami de Indonesia, hasta hoy tendríamos despachos en directo para saber qué pasó realmente.
No le quito importancia a la tragedia, pero debemos ser justos y las tragedias no se comparan, para mala suerte de muchos, ya que si así fuera, los 16 muertos en el sur no significarían nada al lado de los 200 mil del tsunami o los 150 muertos del incendio del local en Argentina.
Lo peor es que el mundo sigue girando, Israel ataca una ciudad y parece no importar.
Todo se vuelve localista, amamos mirarnos el ombligo y pensar que todo el resto del mudo está con nosotros mirando lo mismo, cuando no es así y estos imbéciles periodistas saben que no es así y creen que están haciendo un trabajo noble. Es ahí cuando se nota que en realidad hay una buena cantidad de periodistas que son escritores frustrados y lo peor, se nota por qué no fueron escritores: su propensión al drama cebollero.
Así no se puede.

No hay comentarios.: