BORRACHO

¿Valen la pena las campañas de prevención que durante años hemos visto, tanto por parte de carabineros como por autoridades sobre los riesgos de tomar en exceso?
Durante años he visto llamados de parte de las autoridades para tomar conciencia de los riesgos de beber alcohol y conducir, sobre todo en las fechas claves: fiestas patrias y fin de año. Y los resultados son los mismos.
Ahora bien, ¿es posible hacer algo más? ¿en manos de quien está la última palabra?
Sinceramente, creo que ya no hay vuelta atrás, el “shileno medio”, ése que se toma hasta molestia, ya no pesca los llamados porque la frase “a mi no me va a pasar” lo tiene incluido en el disco duro y es parte, lamentablemente de nuestro nivel sociocultural.
Y viendo las noticias, donde todos los fines de semana hay en promedio 10 muertos por accidentes, lo único que puedo decir es: ME ALEGRO QUE ESTÉN MUERTOS.
Sí, suena feo, en vedad, bastante horrible, pero he visto demasiado, he escuchado tanto, que ya no me afecta; si hay que ver desde arriba y ver de quien es la real responsabilidad sobre los accidentes de transito, se reduce simplemente a la imprudencia y “choreza” de los conductores, porque es verdad que todo animal que conduce curao, cree que es más bacán que el resto porque conduce borracho, entonces uno ve ésa imagen y al final la culpa es del energúmeno que va al volante.
Claro, hay victimas y sufrimiento por parte de los familiares de las victimas, quienes deberían linchar al responsable (si es que queda vivo) y no culpar al alcohol por los accidentes, porque la botella no tiene manos para tomar el volante y es muy pequeña como alcanzar los pedales de freno y acelerador; los únicos responsables son las personas y es algo que siempre se olvida a la hora de una tragedia.
Mi desprecio por el ser humano en general, hace que no sienta pena por quienes son responsables de sus propias tragedias, porque a fin de cuentas, el “shileno medio” tiene uso mínimo de su cerebro y está conciente sobre su irresponsabilidad en cualquiera que sea su acto y manejar borracho es algo imperdonable y es solo su propia irresponsabilidad la que acaba con su vida y, a personas irresponsables, que “saben” lo que hacen, se merecen lo que les pasa.