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BREVE

Leí un comentario que me llegó al blog , en el cual decía que no sabía cual era la razón de mi malestar con el resto de la gente, a lo cual solo quiero decir que hay un montón de columnas escritas aquí ( un poco más de 130) y en ellas están expuestos mis argumentos contra el mundo, y lo que voy subiendo es consecuencia de planteamientos anteriores y quienes los han leído saben perfectamente lo que pienso y para donde va la micro.

Saludos cordiales y sigan leyendo ME….


ATRÁS SATANÁS

En mi vida he visto mucha tele, claro que eso es subjetivo, pero en ésta relación amor-odio que se supone el mundo tiene con la tele, a mi me pasa que tengo una relación de amistad con la cajita idiota. Puedo sentarme frente a ella como Homero Simpson a disfrutar horas y horas de entretención basura y al rato puedo estar como Fernando Villegas pegándole palos por ser tan imbécil.
Pero entre tanto debate que hay de vez en cuando sobre lo mal que hace la tele, yo me pregunto ¿acaso la tele se hace sola? ¿acaso no hay personas detrás de los programas, noticiarios, series, canales? ¿En qué momento uno deja de darse cuenta que hay gente encargada de mantener las transmisiones al aire? ¿Nadie se da cuenta que hay gente detrás de lo que vemos?
Me pregunto esto porque de todos los comentarios que he leído sobre televisión, la gente se refiere a la tele como un ente independiente y con vida propia y se olvida que hay gente encargada de eso; lo cual presenta una contradicción, porque se le echa la culpa de lo mal que estamos por culpa de la tele, pro cuando sale una “persona” al aire nos humanizamos y lloramos por lo mal que lo pasa por culpa de otras personas “reales” (cualquiera que sea el drama que vive). Entonces me acuerdo que estoy en Chile y como tan brillantemente se me ocurrió, “A medias”; sí, Chile a Medias y creo que no hay mejor frase que refleje lo que éste país hace con su gente: Todo a la mitad, todo a medias, a la chilean way; “la copia feliz del edén” dice nuestro himno y ciertamente que nos cagó para siempre la identidad como país, cultura o como quieran llamarle.
Nuestra idiosincrasia quedó marcada para copiar y peor, copiar mal; lo cual hace que todo sea mal hecho (a medias) y que tengamos que conformarnos con ello porque así es la manera de continuar para éste país en su totalidad.
Entonces reflexiono y me pierdo en un mar de pensamientos sobre éste país y su gente, Y veo cómo psicólogos, psiquiatras y sociólogos se quiebran la cabeza dando charlas sobre el nivel del “shileno medio” y viendo que todo gira en torno a la calidad de vida, y vuelvo a ver cómo el 75% de los chilenos prefiere entretenerse viendo tele y todo se me hace claro: somos un país adormecido por nuestra propia responsabilidad. El “shileno medio” sale de su pega y llega a la casa a “desconectarse” del mudo y prende la tele y ahí está el “big brother” mirándolo de vuelta, diciéndole lo que tiene que pensar, lo que tiene que creer y lo que tiene que temer.
Hay que hacer diferencias con la tele, la tele abierta que tenemos es mala, pero con sus excepciones y aquí se produce algo divertido: porque todos hablan de lo mala que es la tele, pero todos saben lo que piensa el “kike” o “Felipe” y a la vez piden más cultura en la tele, pero no la ven porque “es aburrida y no hay pechugas”.
País contradictorio, y es divertido ver desde arriba como la masa se mueve sin dirección para donde le dicen que debe moverse, pero; ¿es culpa de la tele? Claro que no, es culpa de cierto sector del país al que le conviene que la masa esté adormecida. Porque no olvidemos que hay gente que saca provecho de nuestro adormecimiento y sin duda que ya deberíamos haber despertado de éste largo aletargamiento impuesto.