martes, agosto 08, 2006

ESTUPIDEZ

Me cae mal la gente, me cae mal la masa, me cae mal el “shileno medio”, me cae mal el resto; soy bastante intolerante, pero me divierte saber que no estoy solo, me agrada saber que en el fondo hay gente igual que yo, que no necesariamente llega al extremo de borrar del mapa a la gente que nos cae mal, pero que usa a los pobres diablos que nos caen mal para uso personal, para divertirnos, ya que si bien, es gente que nos cae mal por diferentes razones, y al vernos obligados a convivir con ellos, por último que sirvan de algo y que mejor que usarlos para divertirse.
Leyendo foros en varios lados, me doy cuenta que en el fondo todos somos intolerantes, ya lo escribí antes en mi columna de tolerancia, pero me doy cuenta que es algo que se repite más de lo que se quiere aceptar y a la vez no es tan grave como pareciera ser.
Es cierto que vivimos segmentados, las famosas “tribus urbanas” son una clara muestra de intolerancia y refugio social donde cada individuo busca a seres con similares gustos o ideas para poder ser arte de algo, porque la necesidad de ser aceptados por terceros es muy fuerte en el ser humano y a la vez eso saca a florecer lo mejor y peor de lo nuestro a la vez.
Antes pensaba que el problema era YO, no sentirme aceptado por el resto era un problema, pero después de dejar de buscar un refugio, me doy cuenta que si bien, pude crear un mundo aparte, sin darme cuenta a éste mundo llegaron muchas personas, con las que no necesariamente comparto espacio, pero digamos que viven en mis fronteras, porque hay mucha gente que ha dejado de buscar aceptación y ha creado sus propios mudos apartes para poder continuar aquí; entonces me pongo de pie, miro y pienso sobre qué tan equivocado pude estar y me doy cuenta que hice lo correcto, y que los malditos hechos, esos que simplemente son y no se pueden interpretar, me han dado la razón. Estoy en lo correcto, hice la elección favorable, los hechos me prueban que voy bien; si bien a los ojos del “resto” soy un idiota, lo que al final del día está expuesto en la mesa, me da la razón.
Leer opiniones de diversas personas sobre temas tan triviales y mundanos como el por qué se lee poco en éste país o qué tan disconforme están las personas con sus autoridades sin necesariamente tener un lado político demuestran que hay más personas que las que creo que piensan similar y están de acuerdo en mis ideas sin que necesariamente haya que hacer actos radicales para acabar con ciertas anomalías que uno, por ser más observador (por no decir más inteligente que el resto) se da cuenta.
Admito que hay gente que se puede valorar, pero no significa que yo renuncie a pensar que vuelve a valer la pena gastarse en la gente. ¿se entiende?

1 comentario:

Anónimo dijo...

bien...ahora cuentame que te cae mal exactamente¿?¿?