VACIO

No podría escribir los versos más tristes ésta noche, porque mi corazón se ha marchitado demasiado y se me han acabado las lagrimas para poder llorar y humedecerlo. En la oscuridad de mi universo soy inmenso, pero no logro ver. Me muevo a tientas, vagando sin dirección, buscando algo que no existe para mí, porque fui dejado atrás y no me importa.
De la mano de la oscuridad viene el frío y mi mente comienza a trabajar lenta, la escarcha comienza a cubrir mi negro y vacío corazón que ha perdido la voluntad de amar. Yo he perdido la voluntad de morir y sigo en mi peregrinaje eterno.
A lo lejos escucho a mis demonios internos, esos que me han acompañado durante muchos años y a la vez me han torturado, ya que es lo único que hacen y ya no les temo; ellos lo saben, y se ríen de eso. Los veo a la distancia moverse rápida y felizmente, con esa sospechosa felicidad que para mi es extraña y lejana.
Veo el frío, siento la oscuridad y escucho el dolor, y todo lentamente se desvanece entre mis sentidos que acusan la partida de mi ser.
Me encuentro con un reflejo y me miro, mis ojos están secos y no hay brillo, y puedo ver el vacío de mi alma y de mi mente y me pregunto por qué? Y en éste inmenso espacio no encuentro la respuesta.